4/42: La esclerosis impulsa a Amalia
Amalia Correcher corrió su primer maratón el mismo año en el que le detectaron esclerosis múltiple. Fue en 2015, en el 35 Maratón Valencia Trinidad Alfonso: «Ya había empezado a entrenarme para hacerlo. Era duro pues los brotes me habían dejado bastante afectada, pero esto no impidió que me derrumbara».
Cuando vislumbró la línea de meta se le olvidó lo mal que lo había pasado, sobre todo, del kilómetro 20 al 32: «Recuerdo la entrada, fue simplemente espectacular, entrar por esa pasarela azul en mitad de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, como si fueras caminando sobre el agua, no puedo describir esa sensación de júbilo, de satisfacción». Se sentía orgullosa esta valenciana de 30 años por haber logrado hacer frente a su enfermedad: «Uno de los brotes había afectado a mis piernas y me impedían caminar prácticamente, otros afectaron a mi visión y estos últimos son los que más secuelas han dejado en mí».
Una vez superado el dolor, ya sólo pensaba en cuándo iba a ser el próximo: «Quería más, demostrarme que a pesar de todo seguía siendo la misma y que mis capacidades seguían estando vivas: mente fuerte, cuerpo fuerte». Además de los dolores que soporta en sus piernas, ha tenido que ser intervenida quirúrgicamente en varias ocasiones, Amalia debe hacer frente a una ceguera transitoria: «A veces, sobre todo cuando sube la temperatura, me quedo totalmente a ciegas y si me pasa corriendo yo continúo».
Además de su confianza cuenta como pilar fundamental su pareja, Félix, con quien a veces cambia el asfalto por la montaña: «Por allí es más difícil, sobre todo al bajar, pero voy más despacio y ya está».
Amalia hace del deporte su mejor medicina: «Cuando me encuentro mal, me levanto y voy a correr. Es en esos momentos cuando más me animo porque sólo así puedo seguir adelante». Un remedio que encontró en contra de las recomendaciones que le hicieron en un primer momento sus doctores: «Al principio me decían que no hiciera deporte, pero esta es mi pasión y yo seguí haciéndolo. Ahora me dicen que si no hubiera continuado quizás iría en silla de ruedas».
Ahora tiene en mente dos firmes propósitos, uno de los cuales es muy contundente: «El maratón de Valencia y ser la primera mujer en el mundo con esclerosis múltiple en completar un Ironman (3,8 km nadando, 180 km en bici y 42,195 km corriendo)».
*Historia publicada originalmente en el diario Las Provincias.
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